martes, 6 de enero de 2015

El no regalo de Hank Scorpio a Homer Simpson


La última jornada de las Wild Cards dejó un partido más que emocionante entre Lions y Cowboys, que no acabó de decidirse hasta los minutos finales. La verdad es que durante largo rato pensé que los Lions pasarían, pero en la segunda parte el equipo de Axel Foley se desinfló ante las acometidas de los de Dallas, que veían como con el apoyo del público conseguían ir remontando poco a poco el marcador. Me hubiese hecho gracia que los de Detroit pasaran, demostraron valentía y salieron con ganas, los vi dispuestos a demostrar porqué durante muchas jornadas estuvieron en los primeros puestos de la conferencia nacional, dominando la división norte con mano de hierro. Sin embargo, a los Cowboys los tengo un poco atragantados, después del bombo cansino que se le dieron a los Broncos el año pasado, resulta que en éste vuelve a pasar, y el hasta hace poco repudiado Tony Romo se ha convertido en el héroe de muchos, y los Cowboys volviendo a ser el equipo de América. No tengo nada contra ellos, pero estos bombos repentinos me cansan bastante. Es cierto que los números demuestran que Dallas ha sido el mejor equipo a domicilio, y este hecho sumado a que ha sido el único de ganar en el CenturyLink Field de Seattle, les ha convertido en la Kryptonita de los Seahawks. Aún sabiendo que no habría un enfrentamiento contra ellos hasta una posible final de conferencia, las tertulias deportivas en USA no han dejado de hablar de él, sin contar que, antes de llegar ahí, habían de superar a un sólido equipo como Detroit, como al final hicieron, y triunfar en el inexpugnable Lambeau Field donde los Green Bay Packers han demostrado ser intratables.

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