jueves, 27 de noviembre de 2008

Messidependencia

Ayer estaba viendo el partido con un par de amigos en un restaurante italiano del centro de Barcelona, el Barça ya iba ganando 0-3, cosa que nos sorprendió un poco a todos dada la facilidad con la cual lo estaban consiguiendo. Cuando acabamos de cenar, comenté que las portadas de los periódicos madrileños tratarían sobre la Messidependencia, puesto que como jugaba Messi en contra de lo que sucedió el domingo contra el Getafe, y se ganaba con solvencia sería lo lógico. Sabíamos de antemano que el ganar con Messi supondría aquellas portadas, o el debate interno dentro de la misma afición culé. Sin embargo, como hice cuando vi el partido del Getafe, observé que más que Messidepencia lo que hubo fue un error en la alineación.
Es difícil que se pueda ganar un partido con facilidad si tienes como delanteros en las bandas a Hleb y Bojan, sin duda el juego del Barça se resiente demasiado, crear ocasiones es más complicado y si el equipo rival se encierra bien se convierte en una odisea llegar con claridad. Dejando por tanto la suerte del partido a jugadas muy bien trenzadas, a jugadas a balón parado o alguna que otra afortunada. Creo que Hleb todavía no entiende muy bien como es el estilo de juego del Barça a veces lo veo demasiado perdido, en cuanto a Bojan que decir, desde su debut se le esta exigiendo demasiado para su edad, la presión le puede, y cuando las cosas no le salen se pone demasiado nervioso, eso sumado a que en ese partido le hacen jugar en una posición en donde no sabe salirse con facilidad provoca frustración en él, de ahí sus leves lágrimas al ser sustituido.
Al acabar pocos medios de comunicación hablaron de ello, sino que se centraron en que no estaba Messi. Cuando con Messi también se ha perdido, y sin Messi también se ha ganado. Es un jugador desequilibrante sin duda alguna, pero también lo es Iniesta, y el equipo también esta sufriendo su ausencia, pero no oigo a nadie hablar sobre la Iniestadependencia. Pero son cosas de la prensa, a veces la mejor forma de responder a estas cuestiones es como hizo ayer Laporta a un periodista de la Cope. "No se si sufrimos de Messidependencia pero queremos més indepencia".

miércoles, 5 de noviembre de 2008

América contra su historia

El día D por fin llegó, el día en el cual cobrará sentido todo el largo año de sobredosis mediatica con la cual nos han bombardeado sin cesar sobre uno de los eventos más importantes y decisivos de la política mundial, las elecciones americanas, de donde surgirá el mandatario que influenciará muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.
Durante este largo año, una figura se alzó sobre todas las demás, un hombre de ascendencia humilde y con raíces lejanas al continente americano que no representaba las principales características de un buen candidato a la casa blanca, aunque quizá fue su color de piel lo que hizo correr más tinta a lo largo y ancho del globo, y lo que hará que estas elecciones pasen a ser uno de los capítulos más transcendentes de la joven historia americana. Dentro de unos años, a esta gran demostración de democracia se la recordará como las elecciones de Barack Obama, el primer afroamericano que llegará  a ser candidato de los Estados Unidos de América, un país que todavía intenta aprender a perdonarse los errores de un oscuro pasado, que arrastra aún consigo cierta desconfianza y recelo entre muchos. Sin embargo, después de los hechos acontecidos en estos últimos doce meses, un cambio se cierne sobre el país, un cambio que suceda lo que suceda marcará un antes y un después en la forma de ver y juzgar a toda una sociedad. 
El camino de este cambio personificado en la figura del senador de Illinois no ha sido nada fácil, dado que al principio tuvo que lidiar con una dura oponente en las primarias demócratas, Hillary Clinton. La ex-dama de la casa blanca, y senadora por NY, era la máxima aspirante a conseguir ser la primera candidata a la presidencia, cosa que hubiese marcado otro hito en la historia del país. Sin embargo su cruzada que inicialmente no parecía muy complicada se fue yendo truncando poco a poco a la vez que ascendía la imagen Obama, llevada a la cúspide en volandas gracias a su gran popularidad y sus promesas de cambio. Después de ocho años de administración Bush, mucha gente estaba hambrienta de alguien que les alejará de aquel mal ambiente que había ido dejando a su paso el presidente tejano, y Obama representaba ese cambio. Mientras, Hillary no supo transmitir ese mismo sentir, en llegar a identificarse con lo que una mayoría de la población pedía, con lo que demandaba, con lo que necesitaba. De esta manera tomó la opción de atacar directamente a su contrincante, en vez de intentar por algún medio averiguar que era lo que provocaba que Obama pudiese despertar tanta ilusión. De esta forma Clinton vio como primero el pequeño votante demócrata y luego sus mismos compañeros de partido la iban abandonando para afiliarse a las ideas de su contrincante. Paulatinamente vió su proyecto marchitar, primero cuando su rival le avanzó en numero de delegados y luego cuando perdió la vara de favorita. Fue tal el descalabró que su as en la manga desapareció al mismo tiempo que las figuras predominantes dentro del partido decidieron decantarse en su mayoría en su contrincante y rival en la candidatura. Los grandes apoyos que había conseguido con duras y laboriosas conversaciones tiempo atrás, ahora ya no servían ante la avalancha Obama. Algo con lo cual no pudo combatir debido a los méritos de su oponente, pero sobretodo a los deméritos de su estrategia para hacerle frente.
No obstante esta lucha entre estos dos representantes del cambio desde posturas distintas fue terriblemente emocionante e hizo que muchísima gente a la cual la política no le interesaba comenzara mostrar interés en la lucha de estos titanes de la política.
Después de que Hillary vendiese cara su derrota, dado que no se rindió hasta que ya no quedó ninguna remota posibilidad de victoria, el flamante candidato tuvo que dirimir con otro problema, al que se podría llamar el legado de Hillary. La dura contienda entre los dos había fracturado al partido demócrata, entre los pro-Obama y los pro-Hillary, fue entonces cuando al partido recomendó a Obama que escogiese como vice-presidenta a Hillary para arrastrar así parte de los votos pro-Hillary, sin embargo Obama prefirió hacer oídos sordos a tales demandas, ya que como muchos analistas apuntaban, escoger como segunda al mando a Hillary, podría llegar a ser como meter al enemigo en casa, pudiendo llegar a resultar bastante pequeña la casa blanca para los dos. De esta manera, Obama escoge a Joseph Biden, senador por Delaware, un político de su confianza con grandes aptitudes para la política exterior como vice-presidente, fortaleciendo así las carencias en diplomacia internacional que ya fueron motivo de duras críticas durante las primarias. Con la elección de Biden, solucionaba de uno de los flecos de su programa electoral, mas seguía sin solucionarse el problema de los votos pro-Clinton. Cosa que aprovechará oportunamente su rival republicano, McCain, para escoger como vice-presidenta a Sarah Palin, y de esta manera atraer el voto pro-Hillary, en gran parte femenino y disgustado por haber perdido la oportunidad de ver como su candidata se convertía en la primera mujer aspirante a la presidencia. La elección de Palin genera un gran revuelo dada la relevancia del nombramiento y el momento escogido. McCain sin duda había encontrado la manera de atraer la atención hacía su campaña, atacando al mismo el tiempo el punto más de débil de Obama. Es entonces cuando al mismo tiempo que los sondeos indican un empate entre los dos candidatos se comienza a creer que la decisión de no escoger a Hillary como segunda podría costarle muy caro a Obama. Sin embargo, McCain no contaba con el efecto perjudicial de Palin, escándalos que surgen sobre su persona, familia y trabajo convierten a la segunda de McCain más en un lastre para su campaña que en una ayuda, debiendo salir varias veces a la palestra a defender la elección de la gobernadora por Alaska y no muy dada a ser un ejemplo de los fundamentos republicanos. De todas formas, Palin no es el único problema de McCain, durante toda la campaña decide alejarse todo lo posible de la administración Bush, aunque compañeros de partido, el gris legado de Bush podría dañar la imagen de McCain a la hora de llegar a ser presidente, así que siempre que puede no duda en distanciarse de algunas de las polémicas posturas tomadas por el todavía líder del país. Los frentes abiertos en Irak y Afganistán, sumado a las consecuencias de una de las peores crisis económicas por las que esta pasando el país no hacen más que refutar esta idea. 
Aun así la imagen de McCain no llega a mejorar y alcanzar la popularidad de su rival demócrata, teniendo además que contener a sus masas y a la misma Palin por comentarios fuera de lugar sobre la figura de Obama. Encima poco después el que fuera secretario de estado del primer mandato de Bush, el ex-general Colin Powell, públicamente se decanta por el demócrata, rompiendo con su supuesta inclinación republicana y mostrando un claro cambio de  tendencia reflejo de lo que se palpaba en la calle. 
Finalmente a la hora de debatir cara a cara con el senador por Illinois, no consigue su objetivo en ninguno de los tres debates ni en el de Palin contra Biden, salir victoriosos de cara a los medios. Esto trastoca los planes republicanos y causa que los sondeos sean más favorables aun a colocar a Obama como favorito.
A día de hoy todo continua igual, a pocas horas para saber quien será el futuro presidente de los Estados Unidos, América se enfrenta con su historia, millones de personas estarán pendientes de los resultados a pie de urna pero sobretodo para ver cuan de profundo es el cambio deseado.