martes, 20 de enero de 2015

King Brady


Al igual que uno sabe que el sol va salir todos los días por la mañana, y que a la noche el cielo azul dejará paso a la oscuridad, la luna y las estrellas, en la NFL sucede lo mismo, uno sabe que los New England Patriots estarán en la pugna por el trono de la conferencia americana hasta el último momento, y serán siempre candidatos a hacerse con la correspondiente Super Bowl, sobre todo desde la llegada al equipo de Tom Brady. El que ya es considerado uno de los mejores quarterbacks de la historia de la NFL junto a nombres ilustres del Olimpo de la competición como Joe Montana, Johnny Unitas o Dan Marino, fue el factor determinante para que el equipo de Nueva Inglaterra diese un salto de calidad y se codease con la élite de la élite, ser el conjunto referencia de la década, uno de los más laureados, de los más seguidos y conocidos internacionalmente y también uno de los más odiados, cuando un equipo se mantiene mucho tiempo sobre la cresta de la ola, suele pasar que despierte envidias, o eso es lo que opina la gente de Boston que sienten como desde fuera de Massachusetts se mira con recelo a los Patriots, sobre todo tras el caso de espionaje destapado en el 2007. Sin embargo, dejando de banda sensaciones de aficionados, los números demuestran la competitividad y la pegada  del equipo que le ha otorgado tantos éxitos. Según las estadísticas, desde la llegada de Brady al equipo de Foxborough en el 2000, los Patriots han conseguido clasificarse para playoffs en 12 temporadas, y dentro de estas 12, han llegado a la final de la conferencia americana en 9 ocasiones, ganándola 6 veces, de estas 6 (de momento 5) consecuentes apariciones en la Super Bowl, han ganado 3 a St. Louis Rams, Carolina Panthers y Philadelphia Eagles respectivamente, mientras la han perdido en 2 oportunidades, y en las dos contra el mismo rival, los New York Giants de Eli Manning. Ahora tras esta última clasificación tienen la sexta ocasión para ganar su cuarta Super Bowl, el cuarto anillo de campeón para Brady, quien se convertirá en el primer jugador en jugar 6 Super Bowls. Sin embargo, el rival no será fácil, el campeón vigente puede conseguir algo que sólo alcanzaron ellos en su momento, repetir trono en dos años consecutivos. Los Seahawks están mostrando que no son una flor de un día, como sucedió con equipos como Buccaneers o Saints. Han venido para quedarse. Tras destrozar al favorito en la contienda pasada, quieren ser la nueva referencia del fútbol americano profesional. El 1 de febrero campeón y aspirante se enfrentarán, aunque dependiendo desde que costa las lecturas pueden ser bien diferenciadas.


Los New England Patriots llegan a esta final habiendo aprovechado el regalo que les hizo Manning al perder contra todo pronóstico contra el equipo de Luck. Los Indianapolis Colts han demostrado durante la temporada que es un gran equipo, capaz de competir con cualquiera y de incluso de llegar a una final de conferencia, cosa que sólo se había logrado con Peyton en el equipo. Sin embargo, su camino hacia este desenlace bajo la batuta de Andrew Luck ha sido más que afortunada, primero se enfrentaron a los Bengals, con un historial de victorias en playoffs de 0, que no tenían previsión de cambiar este año tampoco. Luego se encontraron con un equipo tocado, sin confianza, una sombra de lo que fue, los Broncos estuvieron a la deriva sin saber muy bien qué hacer ni a dónde ir, y los Colts aprovecharon para asaltar Denver. Los mismos Patriots que sólo tuvieron un partido antes de esta final lo pasaron mucho peor al toparse con los Ravens de Flacco, la victoria les hizo sudar sangre, haciendo que el match fuese más digno de una final de conferencia. Sin desacreditar ni mucho menos a Luck y a sus Colts, el resultado lo dice todo, 45 a 7, no hubo partido ni hubo rival, fue un paseo militar de los Patriots hacia la Super Bowl, lugar donde Brady ansía volver a coronarse y volver a hacer historia.

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