domingo, 11 de enero de 2015

Green Bay Rodgers


Al partido jugado hoy en la Tundra se le podría llamar de muchas maneras: Ice Ball II, dadas las bajas temperaturas en las que se tenía previsto jugar o Eight Ball, dado que se juntaban los dos equipos que habían ganado por un lado todos los partidos a domicilio, Dallas, y todos los partidos en casa, Green Bay, en total 8 cada uno. Pero seguramente por lo que más se le recuerde sea por la polémica de Bryant, ha podido ser bien o mal revisada o ha sido simplemente mala fortuna, dos minutos después, tras los dos últimos minutos del encuentro, Mike McCarthy, entrenador de los Green Bay, no hubiese podido solicitar el Challenge que propició el cambio del devenir del partido anulando la jugada de Bryant que dejaba a su equipo a una yarda de la zona de anotación de los Packers. De todas formas esta jugada traerá cola dado que se basa en una regla tomada tras una de las decisiones arbitrales más polémicas de los últimos años, la Calvin Johnson Rule. Según ésta, si un jugador cae al suelo en su lucha por atrapar un balón y éste ha tocado el suelo sin haber sido controlado previamente, la jugada no vale y queda como pase incompleto, como se puede desprender en el video sobre la decisión que afectó al mismo wide receiver de los Lions en el touchdown ganador que les hubiese dado la victoria sobre los Bears. Los árbitros en este caso dan por supuesto que sucede lo mismo, pero si con Johnson hubieron dudas, con Bryant no iba a ser menos. Dejando de lado este punto, un partido está lleno de detalles controlables de cierta manera por los jugadores, y al igual que en la primera parte Dallas pudo haber sentenciado, Green Bay no perdió su oportunidad en la segunda, dándole la vuelta al marcador.  No obstante, habiendo explicado todo esto, para mí el partido podría haber sido denominado el encuentro entre The A-Team, The American Team, contra Green Bay Rodgers, una especia de Real España contra FC Messi. Mientras el corazón de muchos americanos estaban con los Dallas Cowboys, recordando tiempos de antaño en que los Cowboys fueron el equipo campeón referencia del fútbol americano, las mentes de los de Green Bay estaban depositadas en el estado de salud de Aaron Rodgers, el cual ya se había resentido en el último partido de la fase regular contra los Lions. Green Bay sin Rodgers es un equipo diferente, débil, mediocre, y es que como con su QB estrella rozan la excelencia, sin él las deficiencias son abismales, visibles para cualquiera. Pero, mientras el Messi del conjunto de Wisconsin, aunque renqueante era capaz de seguir haciendo genialidades, no se pudo decir lo mismo de Tony Romo, él no fue el Cristiano Ronaldo de Dallas, y ahí estuvo el agujero de los de Texas. Cuando en la segunda parte Rodgers se puso a carburar, entre que le protegió una de las mejores líneas ofensivas del campeonato, y en que en los momentos determinantes se entendió de maravilla con el rookie Davante Adams, la victoria acabó cayendo por su propio peso.

La polémica jugada de Dez Bryant vista por un Hall of Fame como Cris Carter #FirstTake

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