martes, 2 de septiembre de 2008

Adios Fukuda, Adios

Cuando todo parecía tranquilo en tierras niponas, sin previo aviso se ha producido todo un terremoto político. El primer ministro japonés Yasuo Fukuda ha anunciado su dimisión, como su predecesor Shinzo Abe, no ha podido cumplir con todo su mandato, y ha decidido renunciar al cargo.
Aunque las dos dimisiones fueron por diferentes circunstancias, estos hechos solo demuestran que desde que Junichiro Koizumi dejase el poder, el partido conservador japonés LDP (Partido Liberal Demócrata) esta pasando por unas de sus peores etapas, no habiendo habido nadie que haya podido encauzar el rumbo correcto.
La que en teoría había de ser la mano dura de Koizumi, Abe, no consiguió ni mucho menos los índices de popularidad y confianza de los que disfrutó su predecesor en ningún momento de su vida como máxima autoridad política del país, sin olvidar que además fue salpicado por escándalos sonados por parte de varios de sus acesores, acabando alguno que otro en suicidio, que irremediablemente le terminaron por hundir, finiquitando al que tenía que ser el nuevo referente político fuera y dentro de su partido. De esta manera, a los pocos días, aquejado de una taquicárdia por toda la presión que hubo de mantener decidió renunciar.
Con su retirada, el LDP decidió escoger a Fukuda para reconducir la grave situación, e intentar devolver al partido a la posición dominate de la que había disfrutado durante años en el parlamento japonés. Sin embargo, durante la etapa de Abe, el LDP se había debilitado tanto que había perdido la mayoría en la cámara alta japonesa a favor del partido de la oposición, el DPJ (Partido Democrático Japonés) con lo que la tarea no se le presentaba ni mucho menos sencilla.
Finalmente a día de hoy, los resultados negativos que ha cosechado han acabado por empujar a este político de 72 años, que será recordado por decidir no visitar el polémico templo de Yasukuni, a renunciar al cargo, intentando así rebajar los niveles de tensión que se estaban produciendo ultimamente en la cámara alta. Sin embargo, debido a esta subita decisión el LDP puede haber quedado tremendamente tocado, vislumbrándose una batalla interna dentro del partido para dilucidar quien será el próximo sucesor de Fukuda, donde de momento Taro Aso se perfila como favorito. Aunque es poco probable que hayan elecciones anticipadas, dado que en la predominante cámara baja tienen la mayoría en coalición con el partido budista NKP (Partido New Komeito), no significa que el partido opositor no vaya a presionar y sacar provecho de la dificultosa situación en la que esta sumergido su principal rival.