Russell Wilson, uno de los cuatro protagonistas de aquella última jugada que decidió la Super Bowl a favor de los Patriots, perfectamente podía haber bajado del avión y como sus demás compañeros dirigirse al autocar que les esperaba, sin embargo decidió ir a agradecer las muestras de apoyo incondicional que les estaban brindando parte de los aficionados de los Seahawks, que a pesar del duro golpe de la derrota no dudaron en ir a recibir al equipo. Todo un gesto que le engrandece.
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