miércoles, 13 de mayo de 2015

The Legacy of the Patriots: Cheating

Ayer mismo por la noche saltó la noticia de la sanción a Tom Brady por el caso del ya famoso y conocido Deflate Gate, refrescando la memoria, aquella polémica que surgió tras la final de conferencia entre Patriots y Colts, donde los jugadores comandados por Chuck Pagano se percataron que los balones de New England estaban menos inflados de lo que deberían, resultando finalmente ser que 11 de las 12 pelotas no tenían la presión adecuada. De este caso se han escrito artículos, se ha debatido en tertulias, se han hecho gags y montones de memes, pero sobre todo se ha especulado sobre su intencionalidad y por consiguiente de la culpabilidad de la pareja más sospecha de la NFL tras el Spygate, no es otra que la formada por Belichick y Brady. Aunque las voces más críticas que apuntaban con dedo acusador a los máximos referentes de los Pats deseaban verlos fuera de la Super Bowl, los más moderados, en su mayoría, apuntaban más hacia un castigo monetario, sanciones para los partidos de la próxima temporada y desventajas en la selección del Draft de 2016, donde los Pats partían como primeros. Mientras todo esto sucedía y se abría una investigación, donde en primer momento no se contactó con el mismo Brady, éste y su entrenador Belichick realizaban sendas ruedas de prensa y concedían varias entrevistas para negar su culpabilidad en el caso, y alejar cualquier sospecha de mano negra. Pero era bastante curioso percatarse del detalle que los jugadores defensivos de los Colts fueron conscientes de la presión inadecuada de las pelotas del equipo de Massachusetts, y sin embargo, Brady, el quarterback del equipo, uno de los jugadores que tiene el balón más tiempo en sus manos, no se diese cuenta de dicha irregularidad, siendo la única manera que pudiese explicar eso, que él fuese consciente de dicha anomalía. Ahora el fallo de la investigación que pudo conocerse ayer mismo, no sólo confirma que hubieron pelotas poco hinchadas, sino que encuentra a Tom Brady como uno de los culpables indirectos de dicha acción, dado que aunque no se ha demostrado su implicación directa con el mal inflado de las pelotas, encuentran que debía ser conocedor de tal hecho, sin especificar el grado de participación que pudo tener. La sanción provocada por todo este caso es muy similar a lo que demandaban algunos en un principio: Suspensión de 4 partidos sin sueldo para Tom Brady en la próxima temporada, equivalente a una cuarta parte de la fase regular, más una multa de un millón de dólares a la franquicia con sede Foxborough, y por último perder el derecho del primer turno del Draft del año que viene y el cuarto del de 2017. Para algunos la sanción es bastante severa, para otros no, el mayor castigo hubiese sido arrebatarle la Super Bowl ganada en febrero, pero con un marcador tan abultado de 45 a 7 que hubo en ese ya inolvidable partido contra los Colts, es difícil decir que no mereciesen estar en esa Super Bowl soñada. Lo que es verdad, es lo que se viene apuntando desde que saltó la noticia, el legado que deja Brady después del Spygate y ahora del Deflate Gate. Habrá sido cuatro veces campeón del trofeo Lombardi, tres veces MVP de la Super Bowl, otras dos de la NFL, uno de los deportistas más laureados y respetados, siendo una gran influencia más allá del deporte, pero que sin embargo tras esto nadie puede negar que su reputación queda bastante manchada, y ni mucho menos va a ser similar a la que pudo dejar Michael Jordan en la NBA o Joe Montana en la misma NFL, dado que todo lo conseguido hasta ahora puede quedar ensombrecido por una sola palabra: Tramposo.

El toque serio sobre la noticia de la mano como siempre de 
Skip Bayless y Stephen A. Smith en First Take


El toque de humor delirante lo da Jon Stewart en su Daily Show 
Brutalmente desternillante

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