domingo, 10 de mayo de 2015

Derrick Rose está de vuelta


Desde la marcha de Michael Jordan, el vacío dejado en la competición ha sido inmenso, su legado histórico e inigualable, pero a la NBA le hacía falta otro Jordan que hiciese de este deporte algo extraordinario, increíble y hasta mágico. Muchos han sido los aspirantes que la prensa no tardó en catalogar como los nuevos Jordans, jugadores como Vince Carter, Dwyane Wade, Paul Pierce, Carmelo Anthony, Russell Westbrook, Kobe Bryant o Lebron James han tenido que lidiar con el hecho que les comparasen siempre con el gran Michael Jordan. Algunos lo han llevado mejor que otros, para algunos fue una carga pesada que les limitaba tener siempre la sombra de Air Jordan detrás, otros se lo han creído demasiado para lo que realmente demostraban y por último otros han cogido el testigo y han querido demostrar que estaban a la altura de este portento de jugador. Referencias del mundo del baloncesto americano como Phil Jackson o Magic Johnson consideraron que Kobe Bryant era el jugador en activo que más se acercaba a Jordan, mientras que la prensa no tardaba en ensalzar a Lebron James como el auténtico heredero de la mega estrella de los Bulls. En esta especie de encrucijada para ver quien era el sucesor del Rey Jordan, se olvidó a los verdaderos perjudicados del adiós de Jordan, la afición de los Chicago Bulls. No es difícil imaginar cómo se sentirían al oír y leer año tras año como va saliendo un nuevo heredero del 23 de Chicago, que no tiene nada que ver con los Bulls. Para ellos el verdadero sucesor de Jordan habría de portar también la casaca roja de la famosa ciudad del estado de Illinois. Y así fue como en 2008 llegó a las filas de los Bulls, Derrick Rose, flamante jugador que en los primeros años como profesional ya demostró sus capacidades para hacer algo grande en la NBA, como acabó sucediendo al ganar tres años después el MVP de la competición, cosa sólo conseguida en la franquicia bermellona por el mismo Michael Jordan. Por fin los Bulls tenían al jugador que seguiría los pasos de la gran referencia de los 90. Sin embargo, en el año 2012 sufre una grave lesión de rodilla que le aparta de su objetivo de ser el nuevo Jordan. Desde entonces ha estado en el dique seco, cuando ha salido de una lesión ha entrado en otra, sus rodillas parecían de cristal, y esto hizo que el jugador perdiera confianza en ellas y en sí mismo. Justo hace ahora dos años el equipo le necesitaba en su duelo de semifinales contra los Miami de Lebron, Wade, Allen y Bosh, sin embargo a pesar de tener el alta de los médicos, Rose no se sentía suficiente confiado para volver a jugar en una serie de máxima exigencia como esa, y las voces que anunciaban una retirada prematura del jugador comenzaron a surgir. Entre la temporada pasada y la actual ha tenido una presencia limitada, sobre todo en la anterior, debido principalmente a continuas lesiones de rodillas que han hecho pasar al jugador una y otra vez por el quirófano. Esta temporada a pesar que su intervención ha sido mayor que la anterior, debido a que el equipo se ha reforzado, no ha necesitado tanto la presencia de Rose, cosa que le ha permitido llegar en buena predisposición a los playoffs. Esta post-temporada es la primera que juega tras su primera grave lesión en 2012, un cambio que sólo se puede entender en positivo. Derrick se esta mostrando crucial en cada uno de los partidos que está llevando a los Bulls en su camino hacia la tan preciada final de la NBA, y el hecho de que esté deslumbrando y siendo decisivo contra rivales como los nuevos Cavs de Lebron focaliza todavía más sus actuaciones y por supuesto la demostración del retorno del mejor Rose.

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