domingo, 10 de mayo de 2015

La asignatura pendiente de los Warriors


Hay equipos que deslumbran en las fases regulares de la temporada, que destacan, que están sobre el resto, que dan que hablar a la prensa especializada y que parecen aspirantes a lo máximo, pero que sin embargo al llegar la fase crucial de la competición, sea por inexperiencia, por nervios, por poca capacidad de competir o por poca profundidad de banquillo, se difuminan y se apagan. En esta temporada hay ejemplos claros de este tipo de equipos, como los Raptors de Toronto, incapaces de ganar un solo partido de su serie con el factor campo a favor, después de hacer una primera parte de fase regular más que excelente. Otro ejemplo han sido los Hawks de Atlanta, segundo mejor equipo de la NBA, pero que sin embargo lo han pasado bastante mal para derrotar a los Nets, último equipo en clasificarse para los playoffs en el Este. Ahora en las semifinales se topan con los Wizards, con un nivel competitivo mejor que el de ellos, visto lo visto, que como no mejoren las cosas en el equipo de Georgia pueden decir adiós antes de hora a la competición de forma totalmente imprevista. Pero el ejemplo más sorprendente es el de los Warriors, con unos números estratosféricos en la fase regular, con los mejores resultados de su historia, con el jugador MVP de la NBA, con unas actuaciones sublimes, llegando a la post-temporada siendo el mejor equipo de la competición y pasando por encima, como una apisonadora, sobre los Pelicans, para finalmente tras un primer partido espectacular contra los Memphis, pensar que la historia se iba a repetir. Pero los Grizzlies han demostrado que no tienen nada que ver con los Pelicans, un equipo que el hecho de haber llegado a playoffs ya era todo un éxito. El equipo de Tennessee es una de los formaciones con una de las mejores defensas de toda la liga, un oficio sorprendente para lo que han sido, una demostración de compromiso en una franquicia relativamente joven que ya desearía alguna de las más veteranas, y que sobre todo con un número de registros indeterminado en los que moverse, una habilidad de transformación que permite adaptarse perfectamente al conjunto que tienen enfrente, aunque sea el mejor ataque de la NBA. Todo esto ha cogido a pie cambiado a los de Golden State, que no se esperaban este contratiempo tras el pase fulgurante contra los de Louisiana, pero quizás eso es lo que les ha condenado, pensar que los playoffs iban a ser igual con el resto de equipos. 
Ya dicen que es diferente jugar durante la fase regular, donde hay poco que perder, que en la post-temporada, donde de verdad los equipos se juegan mucho más y aumenta el nivel de exigencia, donde salen los auténticos campeones y los que les puede los nervios, la inexperiencia, el cansancio, la falta de compromiso, la falta de competitividad, y por supuesto también, el miedo de descubrir que el camino al anillo no será tan fácil como pensaban, como la euforia colectiva típica en este nivel de equipos de media tabla les habían hecho creer. Ahora el equipo del enmascarado Mike Conley, de Tony Allen, de Zach Randolph o de Marc Gasol han dejado ir sus tentáculos para atrapar a los Guerreros de California en un abrazo mortal, los de Steve Kerr han sido sorprendidos a contrapié pero no a traición, todo el mundo sabía el nivel de exigencia y competitividad en estas lindes. Han perdido el factor cancha, están 2 a 1 en contra en la serie y como no espabilen y encuentren una solución para tumbar el muro de los Memphis tienen muy difícil el pase. Sin embargo, los Warriors parecen más un equipo que vive de sensaciones, y cuando todo sale bien todo entra, pero cuando tienen a un conjunto enfrente que les complica la existencia, que les reta, que les suprimen su juego y que hacen gala de más recursos, es cuando los tiros no entran, la canasta se empequeñece y su estrella Stephen Curry desaparece. Pero lo más preocupante es que esto les ha pasado contra los Memphis, un equipo rocoso y con oficio, pero no uno de los máximos aspirantes al anillo, tendrán cosas que decir aún, pero no están entre los tres primeros a lograrlo, la cuestión es qué hubiese pasado si en vez de los Memphis les hubiese tocado unos Spurs?, si ya están sufriendo a estas alturas que hubiese pasado entonces?

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