viernes, 11 de julio de 2008

Perdió la cabeza

Estaba paseando por Potsdam, una ciudad limítrofe con Berlín, cuando me percaté de la portada de un periódico, en la cual se mostraba en un montaje fotográfico a un Hitler de cera decapitado, entonces recorde la polémica que aún estando en España había escuchado sobre que el museo de cera berlinés, Madame Tussauds, tenía previsto poner una figura del líder nazi, que aun con apariciencia derrotada y fracasada en los momentos inminentes a la derrota definitiva del ejercito alemán, no dejaba de ser una medida controvertida y muy poco popular. Como no entendía el idioma, supuse que habría de ser una metáfora de lo que el pueblo berlinés y alemán debían de pensar de esa figura, porque descartaba que alguien pudiese haberle arranacado la cabeza literalmente, como al final acabó siendo realmente. Un berlinés de 41 años, el mismo día que se presentaba la figura al público se lanzó sobre ella y le arrancó la cabeza de cuajo sin que los dos guardias que la custiodaban pudiesen hacer nada para evitarlo. Sin duda, fue un mal comienzo para la efigie de cera más polémica que pueda albergar museo alguno, pero es que hay ciertos personajes historicos que su siniestro y repulsivo pasado aún les hacen perder la cabeza.

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