Mañana se juega la Pro Bowl, una pachanga donde se reúnen los mejores jugadores de la temporada y antesala de la Super Bowl. Lamentablemente lo que debería ser una reunión de las mejores estrellas parece más un encuentro de amiguetes un domingo por la tarde. Entre los que no pueden ir por jugar la Super Bowl y los que se borran, el encanto que debería tener desaparece. A años luz del éxito del All-Star de la NBA, la Pro Bowl parece más un estorbo, una excusa para hacer contactos, apalabrar contratos y visitar Hawaii. Y es que lleva años estando en el filo de la navaja, cada edición parece la última. Pero eso no quita que el lugar donde se celebra sea uno de los escenarios más envidiados del mundo: Hawaii. El lugar que como el fresco de la capilla sixtina de Michelangelo, las culturas de Estados Unidos y Japón se tocan. Particularmente llevo años deseando ir a Kauai, la isla del turismo natural por excelencia dentro del archipiélago hawaiano, y es que pocos lugares en el mundo pueden otorgarte tales paisajes. Su nombre ya lo dice todo: Kawaii!!
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